Evaluación de Comprensión
lectora
Área: Comunicación Fecha: 22/07/2020
TEXTO 1
JUAN LLEGA A LA ESCUELA
Hola,
soy Juan un niño pobre; vivo con mi abuela, hermanos y primos. Trabajo de
limpiabotas para ayudar en casa pero, deseo asistir a la escuela. No me atrevo
a decirle a mi abuela, aunque, siempre me pregunto ¿por qué ella no me habría
mandado a la escuela? Pensé que no me quería, por eso trabajaba y no estudiaba.
En casa había muchas carencias por falta de dinero, por lo que decidí que
no necesitaba la escuela para nada, solo aprendería a leer. Así, cada vez que
tenía oportunidad, preguntaba a mis clientes qué letras eran las que aparecían en los letreros
o carteles: Coca-Cola, Banco de la Nación, oficinas de turismo… Cuando se
me acabaron los carteles de los alrededores, alguien me dio un periódico y los
clientes seguían enseñándome a leer. Corté el periódico y siempre llevaba una
página doblada en el bolsillo de mi pantalón. Poco a poco empecé a leer casi
todas las palabras; entonces, decidí hablar con mi abuela.
-Abuela, quiero ir a la escuela.
-¿A la escuela? –preguntó
asombrada-. ¡No puedes ir!
-¡Sí que puedo! –dije yo, muy
decidido-. Todo lo que tienes que hacer es llevarme.
-Eres muy pequeño –me dijo-, solo
tienes cinco años.
-Abuela, no tengo cinco años,
¡tengo siete!
Éramos tantos los que vivíamos con
ella, que había perdido la cuenta de los años que yo tenía.
-¿Qué…, tienes siete?…, ¿por qué no me lo habías dicho antes?... Son
muchos y no puedo acordarme de la edad de cada uno; debiste habérmelo recordado
en su momento. ¿Y cuánto tiempo hace que tienes siete años?
-Seis meses, -le dije ensayando un gesto
de resentido.
-¡Y has dejado pasar todo el tiempo sin decirme
nada!, ¡Mañana iremos a la escuela! - Sentenció la abuela.
- Al día siguiente, me puse la ropa más limpia y fuimos a la escuela a
ver a la maestra Irene de primer grado.
-Quiero entrar a la escuela –le
dije, con mucho respeto y un poco de temor.
-¿Cuántos años tienes? –Me
preguntó.
-Siete y medio.
-Pues sí, ya tienes la edad, pero no puedes empezar ahora, entrarás el
próximo año… Este niño tiene un retraso de tres meses. Los otros ya empezaron a
leer un poco. Él nunca podrá alcanzarlos –agregó, dirigiéndose a mi abuela.
-¡Yo sé leer!
–dije con cierta desesperación.
Saqué una página de periódico de mi bolsillo y empecé a leer en voz alta.
La maestra me miró sorprendida.
-Bueno, en ese caso… -dijo, dándome una
palmada cariñosa en mi hombro derecho.
Así que, me admitieron en primero. Iba a la escuela desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde. Después limpiaba zapatos. Tenía dinero para comprar libros, cuadernos y todo lo que necesitaba. La abuela guardaba en una caja de metal, todo lo que yo ganaba trabajando
TEXTO 2
AVES
REPRESENTATIVAS DE CADA PAÍS
TEXTO 3
LAS ABEJAS
Los seres humanos necesitamos
comunicarnos con los demás para transmitirles nuestros
pensamientos y nuestros sentimientos. ¿sabías
que los animales
también se comunican entre sí, y que algunos son capaces de utilizar
sistemas muy complejos? desde
luego, uno de esos “lenguajes“ sorprendentes es el de las abejas.
Las abejas
son insectos sociales que viven en colonias compuestas por obreras, zánganos y
la abeja reina. Las obreras, entre otras cosas, van de flor en flor buscando
néctar y traen el alimento a la colmena. Pero, lo realmente sorprendente es que, cuando
una obrera encuentra una buena cantidad de alimento, vuela hasta la
colmena y se lo dice a las demás; y, no solo informa a sus compañeras de que ha
encontrado comida, sino que, además les explica dónde está y cuánta comida hay.
¡Y todo eso, lo dice bailando! Y es que, cuando una abeja localiza néctar en
abundancia, realiza una especie de danza
delante de sus compañeras para darles toda la información que necesitan. Así,
por ejemplo, si el alimento está cerca, a menos de 25 metros,
la abeja baila formando un círculo. Por el contrario, cuando el alimento
se encuentra lejos, la abeja realiza
un baile con forma de ocho y hace vibrar
su cuerpo. La cantidad
de ochos que hace la abeja indica la distancia en que se encuentra la comida.
La velocidad con la que la abeja hace vibrar su cuerpo indica la cantidad de
alimento que encontrarán sus compañeras si llegan hasta allí.
Gracias a esta
información, las abejas pueden servirse del néctar de flores situadas a varios
kilómetros de la colmena. ¡Ah! ¿Y sabes lo que hace la abeja además de bailar?
Pues trae y reparte un poco de la comida que ha encontrado, para que las demás
puedan probar ese delicioso bocado. ¡Desde luego, es una buena forma de
convencerlas, para que vayan donde ella dice!
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